La magia convive con la razón, si bien los estudiosos de Natura se esfuerzan en comprender de qué manera la diosa se expresa tanto en el mundo como en nosotros. A estas formas de manifestación (sonidos, variaciones meteorológicas, movimiento de astros, comportamiento de los animales, etc) las consideran como una lengua o idioma, intercambiándolas a lo que antaño se consideraban manifestaciones de algunos seres míticos. Comprendiendo el sentido y el porqué de estas manifestaciones pueden mediar e interferir en sus efectos mediante invención de instrumentos o la magia.
De este entendimiento entre Natura, sus manifestaciones y las formas de convivir con ella o manipularla nace una magia basada en usar sus propiedades de forma prudente y comedida, ya que la diosa es un "todo" y lo obtenido por un lado implica que por otro se ha restado.